Esta frase dice mucho más de lo que simplemente leemos y, por cierto, puede tener un significado muy distinto en cada uno de nosotros.
Sin embargo, no deja de ser verdad que nuestra felicidad y nuestra realización personal y profesional están vinculadas directa o indirectamente con el trabajo que realizamos; por supuesto que el contexto de nuestras vidas influirá en ello.
Creo firmemente en que uno debe luchar por sus ideales y por eso acuñé desde hace varios años mi máxima de vida “Un triunfador es un soñador permanente”, y les debo confesar que mis sueños paso a paso, día a día, año a año, se han ido haciendo realidad. Estos sueños se sustentan en el Mar, uno de mis grandes amores, y en base a ello he ido desarrollando mi carrera y, por lo tanto, mi trabajo y desempeño profesional, como Ingeniero Naval, Buzo de Salvataje, Oceanógrafo, Instructor y Profesor en temas y ámbitos marítimos.
En lo personal, nada puede ser más satisfactorio cuando entregas tus conocimientos y tu experiencia a otras personas a través de la educación y los procesos de enseñanza académica; esto (la Academia), sumado a tu experiencia profesional (el Trabajo), te da las herramientas suficientes para que puedas enfrentar desafiantes proyectos de desarrollo, como el que actualmente lidero relacionado con la capacidad de rescate y salvataje submarino.
Es por ello que para quienes han tenido la oportunidad de trabajar en lo que les gusta, resulta muy motivante -y me atrevería agregar, casi una obligación- ya en la cumbre de sus carreras, haber sembrado una semilla respecto a lo que han hecho, dejando una huella para las futuras generaciones.
En eso me encuentro ahora, mejorando la capacidad de buceo y de prospección submarina, esperando contribuir en colocar a nuestro país, como potencia marítima, en el sitial que le corresponde y merece.
Cordialmente, Director PSUB
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