Chile, parte del Anillo de Fuego del Pacífico

Muchos se preguntan e incluso sienten que han aumentado los temblores o movimientos sísmicos en Chile en el último tiempo, pero lamentablemente para algunos, y en honor a una interpretación científica y objetiva, la frecuencia y magnitud de ellos obedece tan sólo a procesos normales de la naturaleza.

Hoy día nadie duda que la actividad volcánica está directamente relacionada con la tectónica de placas y que la mayoría de los volcanes más activos del planeta están localizados en los límites de placa. Esta relación existe porque el hundimiento de placas litosféricas interacciona con otros materiales de la tierra en los límites en los límites de placa para producir roca fundida, denominada magma. Este líquido muy espeso contiene cantidades pequeñas pero apreciables de gas disuelto, principalmente vapr de agua y dióxido de carbono. Una vez que el magma sale a la superficie de la Tierra, se le denomina lava. Los orificios a través de los cuales la lava y otros materiales volcánicos  extruden, se conocen como chimeneas.

Aproximadamente dos tercios de todos los volcanes activos de la Tierra están localizados en el ANILLO DE FUEGO que rodea el océano Pacífico. Este anillo se ha formado por encima de las zonas de subducción que limitan las placas Pacífica, de Nazca, de Cocos, Filipina y Juan de Fuca.

El tamaño, forma y comportamiento de un volcán están estrechamente relacionados con la posición de su tectónica de placas. En este contexto, en ANILLO DE FUEGO nos muestra claramente la condición volcánica natural de Chile, al formar parte de este anillo una gran parte de su superficie, precisamente donde confluyen las placas de Nazca y Sudamericana.

En consecuencia, más que preocuparnos por la frecuencia de los movimientos sísmicos que hemos sentido en el último tiempo, debiésemos estar preocupados permanentemente de la mejor forma de actuar frente a estos movimientos, con un claro sentido educativo y proactivo frente a estos fenómenos de la naturaleza.